INDIFERENCIA

Sigo queriéndole a pesar de todo.

Le veo… y mi corazón tiembla,

espero una palabra de sus labios

al mismo tiempo que temo su indiferencia.

Prefiere, dice…

estar solo que a mi lado

y sin él…

yo prefiero estar muerta.

EL CAER DE LOS PÉTALOS:

Cada día cae un pétalo de la rosa,
se va deshojando poco a poco
quedando triste y sola.
Las abejas no se acercan
y el jardinero ya no la toca.
Todos pasan sin verla,
sin notar su aroma.
Rodeada de flores vivas
sin espinas y hermosas
que la vuelven aún más triste,
que la vuelven aún más sola.

MUÑECA DE ESCAPARATE:

Retoqué mis arrugas

con maquillaje afín,

mis caídos ojos dibuje

con perfilador gris.

Mis pálidas mejillas

coloreé con carmesí

y el cabello cano

de negro lo teñí.

Me convertí en muñeca

de escaparate para ti

y pronto me di cuenta

de lo estúpida que fui.

¿Quién podría fijarse

en un vacuo maniquí?

En tus ojos sólo vi indiferencia,

la que tú sientes por mí.

LAMENTO EN LAS ENTRAÑAS:

Busqué tu mirada
en los recuerdos vacíos
de niña mimada.

Planicie herida
de la tierra huraña
siempre dormida.

Llanto que ahoga
en la estrechez del día
sufriendo la horca.

Mieses desgranadas
entre lágrimas, amor
y manos agrietadas.

MI NIÑO:

Esos inmensos luceros

que destellan al mirarte,

lucen de alegría radiantes

por el amor que te tengo.

Caracoles encendidos

alborotados por el viento,

a tus mejillas rojo intenso

se derraman como ríos.

SOLEDAD:

Soledad que hiela mi alma,
soledad que levanta murallas,
soledad que grita tu nombre.

Deseo tanto sentirme mujer
entre esos brazos que me acariciaron,
bajo esa mirada de intenso brillo…

pasión, fuego…

que nos acompañaron
en noches gozadas por los dos.

Cada día espero ansiosa
que ese amor que nos tuvimos
venza al terrible mal.

¡Maldita enfermedad
la que te apartó de mí!
Necesito que vuelvas,
no puedo seguir sin ti;

aunque cubra mi corazón de acero,
aunque lo cubra de flores en Abril…
es tu recuerdo que me quema
no dejándome vivir.

EMBAUCADOR:

Ya nada puede ser como antes

desde que he descubierto como piensas.

Yo que te he sentido muy superior,

que te he considerado un ser excepcional,

ahora sé que siempre me has mentido

y lo peor…

es que ni siquiera sientes vergüenza.

¡Cuantas tardes te esperé ansiosa por oírte!

Sin embargo, ahora no quiero ni verte,

ni que me regales los oídos.

Los aduladores sois todos iguales

embaucadores y mendigos,

porque también pedís halagos

para sentiros centro del laberinto;

os perdéis en las mentiras,

tantas…

como las estrellas en el infinito

y yo me libero aliviada…

dejando de ser una encrucijada

para convertirme en lo que siempre he sido.

EL MAR:

El mar...

ese aroma a mar...

como un amante...

del que nos dejamos acariciar,

igualmente siento su abrazo...

cuando nadando sin descanso

el agotamiento me hace parar.

Blanca espuma intermitente

que ocasionada por el chasquido de las olas...

me besa juguetona

produciéndome gran deleite.

Cuando me dejo flotar...

acunándome en su vaivén...

siento tan enorme placer...

que saboreo la sensación de libertad.

Sumergida en su inmensidad...

con la brisa en el rostro...

observo cuan grandioso...

puede ser nuestro mar.

AMOR TRAICIONERO:

¡Ay! El amor que me diste

tan falso y tan traicionero,

el que olvidarlo yo quiero

por el daño que me hiciste.

Y es que jamás me dijiste

que de otra te enamoraste,

ya que a mi me lo negaste

aún sabiéndolo ya todo,

convirtiendo mi alma en lodo

por ser lerda y no dejarte.

FALSA ILUSIÓN:

He deseado tanto decirte cuanto te odio…
pienso que cada día que pasa
eres más horrendo, más escabroso.

No te soporto más y sin embargo te amo,
te amo hasta sentir...

que mi piel se desnuda,

hasta sentir...

que muero cada día un poco más,

hasta sentir...

que tu desprecio me sabe a acaricia.

Deseo dejarte tanto…

como deseo tu amor,

más pienso...

que eres una estatua vacía de sentimientos,

sentimientos que yo...

disfrazo en mi corazón.

No se si veré el día en que al fin te deje
pero si sé que pasé toda mi vida
enamorada de una ilusión que nunca llegó.

TRISTE OCASO:

Hoy solo quiero caminar en el silencio,

hasta su sonido me molesta.

Duele tanto tu indiferencia…

que el amanecer se me antoja siniestro.

¡Ay, triste y melancólico ocaso!

Entre sombras deambulo insegura,

quizás esperando una llamada tuya,

o quizás temiendo al fracaso.

¿Qué será de mi sin tus “Te quiero”…

sin tus primaverales besos…

que fueron como hermosos retoños,

tornándose en deprimentes otoños…

para morir en plañidero invierno?

QUIMERAS:

Solo fueron palabras…
palabras con sabor a miel,
engañosas y traicioneras.
Solo fueron quimeras
bajo un dorado atardecer.

Solo fueron palabras…
palabras convertidas en hiel,
embaucadoras y disfrazadas.
Humillantes a ultranza
perdiéndose en mi ayer.

ESPERÉ:

Te oí llegar y esperé…
Esperé en silencio
para no perturbar tus pensamientos.
Fingí estar dormida
sintiendo como mis latidos se aceleraban.

Esperé…
Esperé que tus dedos recorrieran mi espalda,
que se enredasen en mis cabellos,
que tus labios se posaran en mi cuello,
para sentir tu aliento…
en un jadeo entrecortado.

Esperé…
Esperé y te soñé con fogosa mirada
susurrándome al oído “te quiero” “te amo”

Esperé al Alba…
Y esperando comprendí…
en la sonrisa que me esbozabas…
que no te había soñado.