El mar...
ese aroma a mar...
como un amante...
del que nos dejamos acariciar,
igualmente siento su abrazo...
cuando nadando sin descanso
el agotamiento me hace parar.
Blanca espuma intermitente
que ocasionada por el chasquido de las olas...
me besa juguetona
produciéndome gran deleite.
Cuando me dejo flotar...
acunándome en su vaivén...
siento tan enorme placer...
que saboreo la sensación de libertad.
Sumergida en su inmensidad...
con la brisa en el rostro...
observo cuan grandioso...
puede ser nuestro mar.
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