Hoy solo quiero caminar en el silencio,
hasta su sonido me molesta.
Duele tanto tu indiferencia…
que el amanecer se me antoja siniestro.
¡Ay, triste y melancólico ocaso!
Entre sombras deambulo insegura,
quizás esperando una llamada tuya,
o quizás temiendo al fracaso.
¿Qué será de mi sin tus “Te quiero”…
sin tus primaverales besos…
que fueron como hermosos retoños,
tornándose en deprimentes otoños…
para morir en plañidero invierno?
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